El cultivo del algodón

El algodón es una fibra textil vegetal que crece alrededor de las semillas de la planta del algodón, un arbusto del género Gossypium, perteneciendo a la familia de las malváceas, originario de las regiones tropicales y subtropicales.

La raíz principal pivotante (formada por un eje preponderante del cual arrancan las raíces de segundo orden). Las raíces secundarias siguen una dirección más o  menos horizontal.  En suelos profundos y  de  buen  drenaje, las raíces pueden llegar hasta los dos metros de profundidad. En los de poco fondo o mal drenaje  apenas alcanzan los 50 cm. El algodón textil es una planta con raíces penetrantes de nutrición profunda.

 La planta de algodón posee un tallo erecto y con ramificación regular. Existen dos tipos de ramas, las vegetativas y  las fructíferas, los tallos secundarios, que parten del principal, tienen un desarrollo variable.

Las hojas son pecioladas,  de  un color verde  intenso,  grandes y  con  los márgenes lobulados. Están provistas de brácteas.

Las flores son dialipétalas (son aquellas que poseen un perianto doble y los pétalos de la corola están separados o libres entre sí), grandes, solitarias y penduladas. El cáliz de la flor está protegido por tres brácteas. La corola está formada por un haz de estambres que  rodean el pistilo. Se trata de una planta autógama  aunque algunas flores abren antes  de la fecundación, produciéndose semillas híbridas.

El fruto es una cápsula en forma ovoide  con tres a cinco carpelos, que tiene  seis a diez semillas cada uno. Las células epidérmicas de las semillas constituyen la fibra  llamada algodón. La longitud de la fibra varía entre 20 y 45 cm, y el calibre, entre 15 y  25 micras  con un peso de 4 a 10 gramos. Es de  color verde durante su desarrollo y  oscuro en el proceso de maduración.

El cultivo del algodón es típico de las zonas cálidas. La germinación de la semilla se produce cuando se alcanza una temperatura no inferior a 14 º C, siendo el óptimo de germinación de 20ºC. Para la floración se necesita una temperatura media de los 20 a 30º C. Para la maduración de la cápsula se necesita una temperatura de entre 27 y 30 º C.

Se trata de un cultivo exigente en agua, pues la planta tiene mucha cantidad de hojas provistas de estomas por las que se transpiran cuando hay un exceso de calor. Los riegos deben de aplicarse durante todo el desarrollo de la planta a unas dosis de 4.500 y 6.500 m3/ha.

El viento es un factor que puede ocasionar pérdidas durante la fase de floración y desarrollo de las cápsulas, produciendo caídas de éstas en elevado porcentaje.

Se requieren unos suelos profundos capaces de retener agua, como es el caso de los suelos arcillosos. Estos tipos de suelos mantienen la humedad durante todo el ciclo del cultivo.

Los suelos salinos son tolerados por el cultivo del algodón e incluso en cantidades elevadas sin sufrir la planta ningún tipo de disminución en su rendimiento productivo.

La siembra en el algodonero es muy delicada y de ella depende la nascencia de las plantas. Se realiza en primavera y cuando el terreno alcance una temperatura de 14 a 16º C para que se produzca la germinación de la semilla.

El desarrollo del ciclo vegetativo de la planta se prolonga hasta ya entrado el mes de octubre.