AVES Y AGRICULTURA

Las aves son especies que conquistan tanto medios aéreos como terrestres, incluido el medio agrario donde son muy abundantes y numerosas, existiendo una gran variedad de poblaciones en las fincas agrícolas y ganaderas. Las ventajas que presentan las aves para la agricultura son muchas, mantienen el equilibrio ambiental de la explotación, contribuyen a la sanidad animal y vegetal de la explotación, se alientan de invertebrados y de otros animales muertos que pueden ser nocivos y perjudiciales para los cultivos y para los agricultores. Asimismo, y más en el ámbito de lo emocional, las aves alegran los campos, ya que sin ellas no se entendería nuestro medio rural.

Aves

 

Sin embargo, no todo es tan idílico, en las últimas décadas las poblaciones de aves en el medio rural, y más concretamente en las explotaciones agrarias, se han visto reducidas de manera notoria y preocupante. El uso de pesticidas, la eliminación de lindes y riberas, simplificación del paisaje agrario, entre otras actuaciones, han contribuido de manera importante a este declive poblacional. los avances tecnológicos, los cambios en las expectativas sociales y, fundamentalmente, la Política Agraria Comunitaria (PAC), han determinado el desarrollo de la actividad agraria en dos sentidos contrarios: la intensificación, en las zonas más productivas y mejor comunicadas, y el abandono, en amplias zonas menos fértiles o más aisladas.

De manera más particular, la principal amenaza que presentan las aves en el continuo cambio que sufren estos medios, ya sea por búsqueda de mayor productividad con nuevos sistemas de gestión de cultivos o por el abandono de tierras debido a actividades que supongan más rentabilidad o del crecimiento industrial de estas zonas. La intensificación de la agricultura, y la consecuente homogeneización del paisaje, el abuso de los agroquímicos, la introducción de maquinaria, etc., han simplificado el hábitat y en consecuencia las comunidades de aves.

A continuación, os dejamos una lista de las medidas beneficiosas que se han propuesto en NATURA 2000, en el marco de la programación de desarrollo rural:

  • Moderar el uso de agroquímicos.
  • Respetar o restaurar las zonas húmedas y mantener o crear un cinturón de vegetación.
  • Fomentar la gestión tradicional de los barbechos y su mantenimiento a largo plazo.
  • Mejorar la gestión cinegética de los cotos.
  • Actuaciones sobre construcciones y otras estructuras, que favorezcan a la fauna.
  • Mantenimiento de eriales, matorrales y pastos, prohibiendo su roturación o reforestación, en zonas de alto valor natural.
  • Mejorar la red de espacios protegidos (incluyendo también áreas esteparias).
  • Adoptar medidas específicas de gestión agrícola y forestal.
  • Planificar las superficies de cultivo de plantas de tallo alto, como el girasol.
  • Creación de hábitat adecuado.
  • Racionalizar el desarrollo urbanístico y de infraestructuras.
  • Ordenar las superficies de cultivos leñosos.
  • Ajuste temporal de actividades agrícolas, forestales y otras durante la reproducción.
  • Fomentar el mantenimiento del mosaico de cultivos, incluyendo leguminosas en la rotación, y la diversidad estructural del paisaje.
  • Mantenimiento de pastoreo tradicional, evitando sobre e infrapastoreo.
  • Prohibir la apertura de nuevos caminos o pistas.
  • Ordenar los cultivos bajo plástico.
  • Mantener los rastrojos y retrasar su alzado sin quema.
  • Mantener terrenos de secano (ordenar superficies de regadío).
  • Adoptar medidas que retrasen las fechas de cosecha.
  • Utilizar semillas no blindadas.
  • Realizar planificación de nuevos tendidos eléctricos y actuar sobre los existentes.
  • Eliminar vallas de alambre.
  • Mantener la vegetación en lindes y ribazos y dejar franjas de cultivo sin cosechar.
  • Prevención y lucha contra incendios forestales.
  • Incentivar la sobresiembra o agilizar las indemnizaciones por pérdidas.
  • Promover el mantenimiento de muladares.
  • Medidas específicas para arrozales.

Pero, aunque estas medidas se deben cumplir para mitigar las amenazas que sufre nuestras aves, de manera individual podemos llevar a cabo medidas más sencillas, concretas y en muchos casos que supongan un bajo esfuerzo económico y que en muchos casos suelen ser gratificantes.

  • Mejorar el hábitat. Respetar y favorecer a vegetación silvestre, conservar setos, la cubierta vegetal, manchones y majanos, mantener árboles viejos, edificaciones y muros antiguos o en ruinas ya que pueden ser idóneos para la nidificación.
  • Podemos construir pequeñas estructuras artificiales para que las aves las utilicen como nido, como cajas-nido, plataformas para rapaces o vasijas.
  • Construir y/o mejorar aguaderos, fuentes y charcas donde sea necesario. Como todo ser vivo el agua representa un recurso importantísimo.
  • Colocar comederos colgantes o de mesa con semillas y grano para pequeños pájaros; resulta especialmente útil en otoño-invierno.
  • Durante la realización de las diferentes prácticas agrícolas se debe tener especial cuidado, muchas especies crían durante las labores de cosecha.
  • Utilización de palos o estacas como posaderos para las aves rapaces.

buho

En definitiva, el agricultor tiene la fortuna de trabajar en contacto con la naturaleza, y la responsabilidad de conservar el patrimonio de su finca para generaciones futuras.