BRIOZOOS EN EL RIEGO: UNA ESPECIE INVASORA
En los últimos años, algunas Comunidades de Regantes han venido informando sobre la aparición de problemas en sus instalaciones de riego debido a la existencia de lo que, en un principio, denominaron “raicillas”, y que les producía la obturación de los equipos de filtrado.
Los primeros estudios realizados en colaboración con organismos públicos de investigación apuntaron que estos problemas eran producidos por unos pequeños invertebrados denominados Briozoos. Concrétamente, se hacía referencia a una especie invasora del género Plumatella, que usando sus formas de supervivencia habría llegado a los cauces de la cuenca adheridos a la vegetación, patas de las aves, embarcaciones, mamíferos, etc.
Actualmente el mayor problema se encuentra en la Cuenca Hidrográfica del Guadalquivir y según los estudios realizados, las zonas afectadas tienen en común disponer de balsas de regulación, de sistemas de microfiltrado y de riego por goteo. En aquellas zonas donde el riego es por inundación o por surcos, la presencia de Briozoos ha sido insignificante.
Llegados a un punto de expansión, se hace necesario llevar a cabo un método de prevención y corrección para evitar su expansión, ya que gracias a su forma de supervivencia (Estatoblastos), poseen una asombrosa capacidad de dispersión y colonización.
Los Briozoos (o Ectoproctos) son organismos coloniales, sésiles (fijados a un sustrato), generalmente incrustados en rocas, plantas o conchas y son de pequeño tamaño (aproximadamente 0,5 micras), que puede variar según la especie. Normalmente están cubiertos por una estructura protectora, con un orificio por el que sale el Lofóforo, que consiste en una corona de tentáculos ciliados huecos que rodean la boca y que le sirve para capturar del agua el alimento.
Corona de tentáculos ciliados (Lóforos) que utilizan los Briozoos para capturar el alimento del agua.
En las instalaciones de riego afectadas que disponen de sistemas de bombeo, balsas de regulación o estaciones de filtrado podemos apreciar fácilmente las colonias de Briozoos. Estos organismos se reproducen de manera masiva en las aguas estancadas de las balsas de riego y se concentran también en las estaciones de filtrado. Además, en menor medida, pueden aparecer en las orillas de los cauces.
Así, es muy complicado combatirlos a través de un tratamiento químico que los erradique de manera definitiva, por lo que sólo nos queda desarrollar otras actuaciones que minimicen al máximo su impacto, como ya venimos haciendo en los últimos años. Entre estas medidas, puede destacarse la realización un seguimiento permanente de las instalaciones de riego para detectarlos y actuar lo antes posible, el desarrollo de trabajos de limpieza en los filtros y arquetas y la generación de grandes velocidades para su arrastre y expulsión. Otras medidas son habilitar puntos de inspección del interior de la red de tuberías para su detección y seguimiento, asegurar el vaciado de agua en balsas y redes, posibilitando su secado completo, y la limpieza constante y tratamientos con pinturas anti-fouling de las arquetas de las balsas.