El cultivo del bimi

Dentro del cultivo del bróculi, como especialidad, en los últimos años se ha introducido el “Bimi”, un nuevo híbrido natural entre el bróculi convencional y el kailan (o bróculi chino). Su nombre científico es Brassica oleracea L. var. albogabra Bailey.

La planta es idéntica a la del bróculi, pero produce una inflorescencia abierta, con floretes largos y aislados, que constituyen la parte comestible.

Se cultiva en toda Europa, sobre todo en los campos de España, siendo el principal país productor de esta nueva verdura, destinando la mayor parte de la producción a la exportación a otros países de la UE como Reino Unido.

En España se cultiva en Murcia y en la zona del valle del Ebro y parte de la producción se exporta a otros países de la UE como Reino Unido.

El bimi es una planta de épocas frías, soporta temperaturas de hasta -5º C. Hay que evitar que la época de formación de la inflorescencia no coincida con meses muy calurosos ni con grandes heladas.

En cuanto al riego requiere una humedad prácticamente constante, por lo que será necesario hacer riegos abundantes y regulares, aunque sin llegar a encharcar el suelo. Cuando han formado la inflorescencia, no conviene regarlas por aspersión (por encima), pues podrían presentar podredumbres o aparecerle hongos. Por ello, lo ideal será instalarle un sistema de riego por goteo.

Es una planta muy exigente en nutrientes, sobre todo potasio y nitrógeno. Se adaptan a suelos neutros, pero no a los suelos calizos.

Es conveniente que el suelo se encuentre acolchado o con cobertura vegetal permanente, pues le ayudarán a mantener la humedad necesaria y un aporte de materia orgánica en continua degradación.

Se siembra a unos 2 cm de profundidad en semillero al aire libre de abril a junio y de agosto a septiembre. Cuando las plantas alcanzan entre 10 y 15cm se trasplantan al aire libre en un marco de plantación en hileras, separados a unos 50-60cm.

El proceso de recolección es manual, tomando cada dos o tres días algunos floretes de cada planta. Estos se enfrían poco después de cortarlos y se conservan en torno a 0-5 ºC. De este modo se busca conservar al máximo sus propiedades nutritivas, sus beneficios y su sabor.

Al igual que ocurre con el resto de coles, el bimi es muy rico en glucosinolatos, entre los que destaca la sinigrina, que favorece la lucha contra las células tumorales en sus inicios. Tiene propiedades anticelulíticas y capacidad reguladora del pH de la sangre. Contribuye a proteger la vista, son un antiinflamatorio natural y benefician el sistema digestivo. Posee mucho calcio y sirve para cuidar el sistema cardiovascular. Tiene diez nutrientes esenciales y contiene gran cantidad de ácido fólico, antioxidantes, zinc y vitamina C. También posee un alto contenido en fibra y ácido linoleico.