EL HUERTO ESCOLAR
Cada vez más centros escolares se están animando a construir un huerto escolar en sus instalaciones. Y no es para menos porque esta herramienta didáctica permite poner en práctica un gran número de competencias y disciplinas al mismo tiempo.
El huerto escolar es un pequeño espacio dentro de la institución educativa cuyo objetivo primordial es que el alumno llegue a comprender las relaciones que hay entre las plantas y el medio que le rodea; observando los cambios que sufren por efecto de la luz, el agua, el suelo, la temperatura, y en general, por todos aquellos factores que intervienen en su crecimiento y desarrollo.
Algunos de los beneficios del huerto escolar son:
- Permite probar, experimentar y aprender haciendo, lo que hará que el aprendizaje sea significativo. Como nos recuerda Confucio “Escucho y olvido, veo y recuerdo, hago y entiendo”.
- Promover una conciencia de cuidado y respeto por el medio ambiente.
- Potenciar un trabajo colaborativo y cooperativo compartiendo tareas (plantar, regar, limpiar malas hierbas, etc.) que pueden ir rotando. Además, es imprescindible que haya una buena organización y que sean los propios alumnos que vayan adquiriendo esta responsabilidad a medida que estos obtengan la autonomía suficiente.
- Conocer los productos autóctonos e identificar los que son propios de la época. Es genial que los alumnos sean conscientes que los productos que ellos plantan, cosechan y recogen, luego son los que se comerán. Este hecho puede proporcionar una gran satisfacción y orgullo a los estudiantes.
- Favorecer una alimentación saludable y equilibrada. Los propios alumnos conocen los alimentos que cultivan con lo cual están más abiertos a probarlos.
- Fomentar la participación de las familias, es decir, se puede pedir la colaboración de algún familiar para que comparta su conocimiento, familiares que quieran participar en la construcción del huerto, prestando herramientas, etc.
- Ayuda a que los estudiantes valoren el ambiente, amen y respeten a la naturaleza, y la comprendan de manera que puedan aprovechar sus riquezas de un modo sustentable.
- Ayuda a incrementar la calidad ambiental de los centros educativos donde se implementan.
- Fomenta una mayor disposición en los estudiantes a tener actitudes responsables con la naturaleza, que de ser bien aprendidas pueden ser transmitidas al entorno familiar y social.
Se podría decir, por tanto, que es un recurso transversal. Aprenden ciencias naturales y sociales: entienden mejor el mundo que les rodea, cómo funcionan los ecosistemas, de dónde y cómo crecen las plantas. Es un recurso pedagógico que engloba diversos contenidos de distintas materias, se experimenta la interdisciplinariedad, nada está incomunicado y todo forma parte de todo: el agua, el aire, el sol, la tierra, los alimentos que nos ofrece y nuestro esfuerzo al trabajarlo.
Un aspecto clave que se debe tener en cuenta es el riego del huerto escolar, el sistema más adecuado es el riego por goteo ya que es un método que usa de forma eficiente el agua y, principalmente, por su comodidad (si se dispone de un programador de riego en la toma de agua nos permite regar todos los días, incluidos los fines de semana y periodos de vacaciones, así como programar diversas zonas de riego con distintos tipos de riego).
Algunos de los componentes principales que necesitamos para la instalación de riego por goteo son:
- Un grifo, toma de agua o un depósito.
- Red de distribución: tuberías con goteros integrados o un conjunto de tubos sin goteros en los que realizaremos orificios donde nos interese para poner en ellos goteros o boquillas difusoras.
- Piezas auxiliares como llaves, codos para unir los tubos en curvas o ángulos, etc.
- Un programador. Este dispositivo se conectará a la toma de agua y será el encargado de abrirla y cerrarla según lo hayamos programado.
- Un regulador de presión. No es indispensable pero es muy útil conectarlo a la salida del programador para que disminuya la presión a la que sale el agua del grifo.
En caso de no disponer de todos estos medios, siempre nos quedará el riego manual que los alumnos realizarán y disfrutarán; aunque el riego en el huerto es una tarea fundamental y debemos planificarlo bien.
En definitiva, un huerto escolar constituye una herramienta multidisciplinar que permite abordar contenidos de educación medioambiental, desarrollar el trabajo en grupo así como el conocimiento del trabajo en el campo y la concienciación ecológica tan necesaria en nuestros días y tan útil en la vida del ser humano.
Webgrafía
http://entornoalhuerto.blogspot.com/2016/08/el-riego.html
http://parquesalegres.org/biblioteca/blog/beneficios-de-los-huertos-escolares/
http://blog.vicensvives.com/7-beneficios-del-huerto-escolar-como-recurso-educativo/