El manejo del suelo para mantener su salud y fertilidad
Los agricultores manejan el suelo mediante una serie acciones como las labores, el control de hierbas, la utilización de residuos, los tipos de siembra, la alternancia de ciclos de cultivo, etc. y en función de lo que hagan, obtendrán diferentes resultados. La aplicación al suelo de un manejo adecuado da como resultado una menor necesidad en el uso de distintos agroquímicos para suplir las carencias del terreno.
El suelo ha sido el soporte para la vida sobre la tierra desde hace más de 700 millones de años. Es un cuerpo natural formado por sólidos (minerales y materia orgánica), líquidos y gases, el cual, esta dividido en distintas capas u horizontes capaces de soportar el desarrollo de las plantas. El suelo propiamente dicho es un ente vivo.
Los agricultores trabajan con elementos vivos y por lo tanto les es necesario conocer las condiciones que en el suelo hacen posible el desarrollo de la vida. Si en el suelo la presencia de alguna de estas condiciones falta, el desarrollo de la vida tal y como la conocemos se hace inviable. Principalmente se basa la presencia de cuatro condicionantes.
Los agricultores trabajan con elementos vivos y por lo tanto les es necesario conocer las condiciones que en el suelo hacen posible el desarrollo de la vida. Si en el suelo la presencia de alguna de estas condiciones falta, el desarrollo de la vida tal y como la conocemos se hace inviable. Principalmente se basa la presencia de cuatro condicionantes.
- El Aire (oxigeno): Para la vida en la superficie no representa un problema, pero hay que tener en cuenta que en el interior del suelo puede haber hasta entre en seis y ocho veces mas presencia de organismos vivos. La presencia de oxigeno en el suelo es necesaria para la respiración de las raíces y un hecho muy conocido que resulta perjudicial para el desarrollo de la planta es el encharcamiento de las tierras que provoca la muerte de las plantas por asfixia cuando dura mucho tiempo, aspecto que hay que tener muy en cuenta en suelos con un drenaje pobre. Las labores profundas con volteo introducen mucho aire en el suelo, favoreciendo la mineralización de la materia orgánica y por lo tanto aumentando la cantidad de nutrientes a los que pueden acceder las plantas para usar en su crecimiento.
- La Temperatura: Es un factor incontrolable ya que depende de las condiciones meteorológicas de cada estación. Los valores óptimos para la actividad biológica en nuestro clima se obtienen entre primavera-otoño. Aun así, las variaciones de temperatura en el suelo se ven amortiguadas conforme vamos descendiendo, de tal forma que al llegar a los 50 cm de profundidad la temperatura del suelo solo se ve afectada por oscilaciones estacionales de temperatura, pero no por cambios a lo largo del día. Esto significa que el suelo tiene un ambiente térmico extremadamente regular y estable para el desarrollo de la vida.
- El Agua: El déficit de agua en el suelo es el factor principal que impide que los cultivos alcancen su potencial de productividad. Esto es debido a que el agua interacciona químicamente con los nutrientes del suelo transformándolos a una forma en la que pueden ser utilizados por las plantas, por lo tanto, cuando hay poca disponibilidad de agua la cantidad de nutrientes disponibles para el crecimiento de las plantas se reduce.
4. El Carbono Orgánico: El carbono orgánico del suelo se relaciona con la sustentabilidad de los sistemas agrícolas afectando las propiedades del suelo relacionadas con el rendimiento sostenido de los cultivos. También se vincula con la cantidad y disponibilidad de nutrientes del suelo, ya que aporta elementos como el Nitrógeno, cuyo aporte mineral es normalmente deficitario en los suelos. Además, al modificar la acidez y la alcalinidad hacia valores cercanos a la neutralidad, el carbono orgánico del suelo aumenta la solubilidad de varios nutrientes, haciendo el suelo mas apropiado para el desarrollo de los cultivos. Su efecto en las propiedades físicas se manifiesta mediante la modificación de la estructura y la distribución del espacio poroso del suelo. La cantidad de carbono orgánico del suelo no solo depende de las condiciones ambientales locales, sino que es afectada fuertemente por el manejo del suelo.