Estos insectos son aquellos que en algún momento de su vida se van a alimentar de los insectos plaga para poder completar su desarrollo, por ello son considerados como benéficos o buenos porque van a contribuir a mantener la población de las plagas a niveles en los que no causen un impacto económico grande, además de evitar el uso de productos químicos como insecticidas.
El desarrollo de este control se basa en las relaciones de alimentación que se establecen en un ecosistema determinadas por una secuencia ordenada:
- Orden primario: las plantas.
- Orden secundario: los insectos que se comen las plantas.
- Orden terciario: los que se comen a estos insectos, que en este caso pueden ser aves, batracios, reptiles, mamíferos e insectos.
Las ventajas que permiten este tipo de insectos serian:
- Menor tamaño: permite localizar a la plaga incluso cuando está escondida entre las hojas o brotes y poder atacarla.
- No dañan los cultivos debido a que no se alimentan de ellos y porque también son pequeños.
- Alimentación a través de flores por ello se deben sembrar a los alrededores de los campos.
- Bajo costo de mantenimiento: sólo zonas con plantas que posean una floración permanente.
- Evitan el uso de productos químicos: porque al usarse se eliminaría tanto a los insectos plaga como a los benéficos.
- Colaboran en la polinización de las flores: además de realizar el control de plagas se consigue producir mayor cantidad de frutos.
Estos insectos benéficos se alimentan de las plagas de dos formas diferentes:
Como predadores: se movilizan rápidamente en busca de su alimento), al encontrarlo lo capturan, matan y devoran rápidamente. Ejemplos de estos insectos serían los escarabajos carábidos, las crisopas, los chinches, las moscar sirfidas, las tijeretas…
Como parásitos: los adultos ponen sus huevos sobre o dentro del insecto plaga, al nacer las larvas empiezan a alimentarse del hospedero, matándolo al poco tiempo, sin que este pueda hacer algo para defenderse. Ejemplos de estos insectos serían las moscas tachinidas, la avispas,.
En conclusión, para disponer de un huerto con plantas sanas y sin plagas hay que conservar un equilibrio natural entre las plagas y las enfermedades de nuestros cultivos y sus enemigos naturales como pueden ser algunos insectos.