Definición y principio básico de funcionamiento.
Los invernaderos son estructuras y cubiertas cerradas artificialmente y accesibles a pie. Están realizados principalmente con materiales transparentes para proteger a las plantas de las malas condiciones climáticas: bajas temperaturas, fuertes vientos, granizo, tormentas, humedad y controlar estos factores para favorecer el desarrollo de las plantas.
Los cultivos se benefician del microclima creado dentro del invernadero al atravesar la radiación solar el material translúcido o vidrio del que este esté construido ya que se calientan los objetos que hay dentro y éstos emiten una radiación infrarroja de la cual el material hace una selección y sólo una parte es devuelta al exterior.
Ventajas de los invernaderos
- Permiten cultivos fuera de temporada
- Se reducen los tiempos de los cultivos.
- Permiten el control de las condiciones climáticas para adecuarlas a cada cultivo.
- Se obtienen mayores producciones
- Mejora la calidad de las producciones
- Mayor control sobre las plagas.
- Ahorro de agua y fertilizantes
- Permite una mayor seguridad y comodidad en la realización de tareas propias del cultivo
Tipos de invernaderos
En función de distintos parámetros podemos clasificar los invernaderos en los siguientes tipos:
Según su forma:
- Parral
- Curvo
- Capilla
Según su temperatura a mantener en el interior:
- Cálidos
- Templados
- Fríos
Según el material de la cubierta:
- Invernaderos con vidrio.
- Invernaderos con materiales plásticos.
- En placas: policarbonato, polimetacrilato, poliéster…
- En películas o films: Polietileno (PE), cloruro de polivinilo (PVC), etileno vinilo de acetato (EVA)
Según el material de la estructura:
- Invernaderos de madera.
- Invernaderos de aluminio.
- Invernaderos de acero.
- Invernaderos de hormigón.
- Invernaderos mixtos (combinación de alguno de los anteriores).