La avispa asiática o Vespa Velutina es una especie de avispa de la familia de los véspidos originaria de China. Esta avispa, al igual que otras de su género, se alimenta de insectos, pero también de abejas, aunque esta especie es más agresiva que otras. El tórax y el abdomen es de color negro exceptuando un segmento de color anaranjado, las patas de color marrón destacan por sus extremos amarillos, las alas son de color oscuro. Se encuentra en el continente asiático hasta el norte de la India y en las montañas de China, en las zonas geográficas donde el clima es similar al del oeste de Europa.
La avispa asiática adulta no se alimenta de abejas ni de otros insectos. Sin embargo, son voraces cazadoras de abejas y esto es así porque las capturan para alimentar a sus larvas, las cuales viven en los nidos. Para alimentar sus larvas, la avispa asiática captura muchos tipos de insectos (abejas, avispas, moscas, arañas, orugas, hormigas, mariposas y pulgones).
Para capturar a las abejas, la avispa se sitúa en vuelo estacionario en la entrada de las colmenas. Su mayor tamaño le permite capturar una abeja en vuelo y llevarla, para conservar solamente el tórax. La llevará a su colonia para alimentar sus larvas.
La avispa adulta se alimenta de fruta madura (manzanas, ciruelas, uvas, etc.), al igual que la avispa común, pero en mayor cantidad, pudiendo dañar huertos. Las principales fuentes de alimento de las avispas asiáticas son el néctar de las flores y las frutas maduras de los árboles. Por ello no es raro que frecuenten lugares como viñedos o que en la primavera encontremos a las reinas sobre las flores de las camelias o en otras plantas de origen asiático.
Inicialmente será la reina la que acuda a las colmenas en busca de alimento para llevar a la cría, pero avanzada la temporada, aproximadamente a partir de junio, irán las obreras. Si hay una o dos avispas delante de una colmena, el daño no será irreversible en la colmena, pero, sin embargo, si se llegan a contabilizar 10 o 15 avispas en los alrededores, es previsible que la colmena sea destruida en un plazo breve de tiempo.
La avispa asiática se muestra activa durante todo el día, volando alrededor de la colmena a una distancia de 30-40 cm delante de la piquera. Cuando ven la llegada de las abejas pecoreadoras cargadas con polen y néctar, las atacan de forma rápida, llevándolas al suelo, donde las matan, separándoles la cabeza y el abdomen. Forman una especie de pasta con el tórax que es lo que llevan para alimentar a la cría.
El estrés que supone la presencia de avispas en los alrededores de la colmena hace que las abejas no entren en la colmena, contribuyendo al despoblamiento de las mismas. A partir de cierto umbral, las avispas se introducen en la colmena, matan a las abejas, devoran a las larvas y se comen la miel, ocasionando el abandono del resto de abejas de la colmena.
La avispa asiática se detectó por primera vez en España en el 2010 y se está expandiendo meteóricamente. Galicia es una de las zonas más afectadas junto con el País Vasco, sobre todo en Guipúzcoa donde se han detectado nidos incluso en entornos urbanos. Se expande tan rápido que resulta casi imposible frenarlas, La única acción efectiva para frenar la expansión es por ahora la captura de las avispas, especialmente las hembras fundadoras, mediante trampas colocadas en las zonas donde se ha detectado mayor presencia.