RIESGOS EN LA APLICACIÓN DE FITOSANITARIOS

El término producto fitosanitario engloba todas las sustancias destinadas a la protección de los cultivos y, según la finalidad que persigan, se agrupan en: insecticidas, acaricidas, herbicidas, fungicidas, bactericidas, nematicidas, rodenticidas y molusquicidas.

La manipulación de estos tipos de productos supone un riesgo de exposición de los trabajadores a las sustancias que contienen (principalmente a sus ingredientes activos, aunque también a disolventes, coadyugantes, etc.). Dicha exposición se produce tanto por vía dérmica, inhalatoria y digestiva, siendo la más importante la vía dérmica. La exposición se produce principalmente en las operaciones de mezcla, carga del producto y aplicación del mismo, aunque también se puede producir en las operaciones de limpieza y mantenimiento debido restos de producto.

Al igual que en todos los productos químicos el riesgo por exposición tiene dos componentes:

  • Toxicidad, que representa la peligrosidad intrínseca de los ingredientes activos.
  • Exposición al fitosanitario, que depende principalmente de las condiciones en las que se utiliza y el tiempo que se está expuesto.

Cuanto mayor sea cada uno de estos componentes mayor es el riesgo para la salud. Este riesgo se traduce en una intoxicación, pudiéndose ser de dos tipos:

  • Intoxicación Aguda. Ocurre cuando el fitosanitario entra en el organismo en una única dosis y produce efectos nocivos en un plazo máximo de 24 horas.
  • Intoxicación Crónica. Ocurre a largo plazo como consecuencia de una exposición durante largos periodos de tiempo, de forma que estas pequeñas dosis se van acumulando en el organismo del trabajador, hasta que se comienzan a manifestar síntomas de intoxicación, siendo estos muy peligrosos y a menudo irreversibles.

Para evitar o minimizar estas intoxicaciones es necesario limitar todos los riesgos que puede comportar su aplicación para el ser humano y para el medio ambiente. Estos riesgos pueden ser de dos tipos:

  • Origen mecánico. Atrapamiento de las manos o de otras partes del cuerpo con elementos en movimiento (transmisión, correas,…) o en articulaciones (plegado de las barras del equipo pulverizador), caídas provocadas cuando se accede o se baja del equipo, excesivo ruido ocasionado por el funcionamiento del ventilador de la máquina, etc.
  • Origen químico. Las salpicaduras durante el llenado del depósito, inhalación o contacto durante la aplicación, pérdidas de producto por la rotura de juntas o conducciones a presión, contacto con el producto durante el vaciado o la limpieza de la máquina.

Para prevenir estos riesgos a la hora de aplicar un producto fitosanitario, el aplicador debe cumplir los siguientes requisitos y recomendaciones.

  • Disponer de la acreditación que autoriza al trabajador para manipular fitosanitarios (Carnet de Manipulador de Productos Fitosanitarios)
  • Cumplir las normas de transporte, almacenamiento y correcta gestión de los caldos excedentes y de los envases vacíos.
  • Leer detenidamente el manual de instrucciones proporcionado por el fabricante del equipo, y la etiqueta del producto a distribuir.
  • Llevar su Equipo de Protección Individual (EPI): mascarilla, mono impermeable, gorro o sombrero impermeable, guantes y botas, tanto durante la preparación de la mezcla, como durante la aplicación y posterior limpieza de la máquina.
  • Regular bien la máquina, revisarla periódicamente y realizar un buen mantenimiento de sus componentes.
  • Realizar la aplicación en condiciones meteorológicas adecuadas, evitando días con viento, las horas más cálidas del día y nunca con temperaturas superiores a 30º C.
  • No comer, beber, fumar o ir al servicio durante la aplicación, y lavarse bien antes de hacerlo.
  • En el caso de ser una zona transitada informar con un cartel visible en la zona dónde se va a trabajar, indicando el producto qué producto se emplea, la zona concreta de trabajo y el plazo de seguridad.
  • La máquina para la aplicación de fitosanitarios deberá ir provista de:
    • Protección de los elementos de transmisión de la potencia al tractor (toma de fuerza) y en la aspiración y en la impulsión del ventilador.
    • Accesos con base antideslizante y de dimensiones normalizadas, para evitar posibles caídas al acceder al equipo al bajarse del mismo.
    • Depósito de agua limpia, para que el aplicador pueda lavarse en caso de contacto accidental con el producto fitosanitario.
    • Orificio de vaciado de la máquina provisto de grifo, para una vez finalizada la aplicación poder limpiar correctamente el depósito de fitosanitarios.
    • Es recomendable también que dicha máquina de aplicación lleve un incorporador/agitador de productos fitosanitarios, mandos eléctricos para evitar la presencia de tuberías a presión con líquido de pulverización cerca del trabajador y cabina presurizada con sistema de filtración en el tractor.
    • La máquina debe llevar la marca CE para asegurar que cumple con todos los requisitos de seguridad. Éstos se encuentran recogidos en la norma europea UNE-EN 907.

Autor: Álvaro Álvarez García

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