¿Qué es lo primero que piensas cuando escuchas la palabra transgénico? La mayoría de la población sólo piensa en alimentos o cultivos transgénicos, que dependiendo de opiniones, son buenos, malos o malísimos.
¿Sabes cuáles son las diferencias entre la selección natural, selección artificial y los transgénicos?
Según Charles Darwin y Alfred Russel Wallace, la selección natural es aquella que se hace de forma natural sobre los individuos de una población debido a las condiciones del medio en el que viven. Es decir, los individuos que mejor se adapten a las condiciones del medio, serán los que sobrevivan transmitan sus genes a sus descendientes y por ende, a la población.
Dando un paso más allá, podemos definir la selección artificial, como aquella en la que el ser humano (y no la naturaleza) hace de ambiente selector, como es el ejemplo de la agricultura tradicional, en la que el agricultor seleccionaba las plantas que más producción tenía y utilizaba esa semilla en futuras siembras, mejorando, año tras año, las cosechas. No sólo con las plantas se ha hecho con todo ser vivo que nos rodea, desde toda especie animal (perros, gatos, vacas, cerdos, pollos, etc) a plantas en general (algodón, arroz, trigo, girasol, etc…). Digamos que cualquier alimento que hoy día comemos ha sufrido un proceso de cruzamientos artificiales y mejoras mediante cruces artificiales durante miles y miles de años entre especímenes escogidos y seleccionados según unos criterios que nos interesan para obtener una prole mejorada y que nos reporte mejoras para nuestro propio beneficio.
Por último, un transgénico es un Organismo Modificado Genéticamente (GOM) es aquel organismo que se ha modificado genéticamente para que adquiera alguna condición o característica deseada. Esto no es nuevo para nosotros hoy día, pero no hace mucho que empezábamos a hacer estas modificaciones en microorganismos, y luego en plantas o animales.
Ambas formas, tanto la selección artificial como modificar genéticamente no son naturales y por tanto de comportamiento impredecible o desconocido en una población que deben ser estudiadas, lo cual no quita que el fruto de estos procesos sean malos o dañinos, sólo que a veces se exige mucho más a estos segundos cuando en muchos alimentos de nuestra dieta ya han sufrido algún proceso mayormente de selección artificial, y muchos de los que piensas de modificación génica.
Si nos adentramos un poco más en el tema, descubrimos casos en los que se utilizan los transgénicos que nada tienen que ver con los alimentos, como es el caso de las bacterias transgénicas, por ejemplo, la vitamina C (ácido ascórbico) es ahora producida en una bacteria recombinante de E. coli con un gen de levadura Saccharomyes cerevisae que modifica una ruta metabólica para producir el ácido ascórbico a muy bajo costo en forma industrial. La insulina humana sintética se produce en bacterias recombinantes, es decir transgénicas. Una proteína recombinante CRM 197 obtenida a partir de Corynebacterium diphtheria se utiliza en un número de vacunas conjugadas contra enfermedades tales como meningitis e infecciones producidas por ciertas bacterias (pneumococcus).
Otras aplicaciones de las bacterias recombinantes son en industria (fibras, enzimas, etc), en lixiviación bacteriana de minerales, en limpieza de derrames de petróleo, en la recuperación terciaria de pozos petrolíferos, en la prevención de heladas en plantas.