¿USAMOS CON EFICACIA EL AGUA DE RIEGO?
A pesar de los avances de la tecnología y la existencia de sistemas de riego más eficaces, como son los sistemas de riego modernizados, nuestras reservas de agua siguen quedando muy bajas después de cada campaña de riego, equiparándose a años con mucha sequÍa e incluso a tiempos en que no había riegos modernizados.
Uno de los principales motivos de este gasto desmesurado de agua puede deberse a una mala gestión del agua desde los embalses hasta las zonas de regadío. Algunas de las causas pueden ser:
- Las malas condiciones estructurales y de mantenimiento que presentan los canales y conducciones de agua.
- No hay control de la cantidad de agua que pasa por cada canal o conducción de riego en tiempo real.
- El tiempo de anticipación con la que se pide el agua necesaria para cada zona de regadío es de varios días y, en muchas ocasiones, las zonas de regadío por causas ajenas a ellas (como puede ser la climatología) se ven obligadas a cancelar la mayoría de sus riegos, no disponiendo de sistemas eficaces que puedan anular la concesión de agua que se pidió días atrás. Toda esta agua se desperdicia hacia canales que finalmente terminan en el mar.
Otra de las causas puede ser el exceso de riego en el proceso del crecimiento a maduración de los cultivos, que la mayoría de las veces se debe al desconocimiento por parte del agricultor del terreno, características del cultivo, uso de los sistemas de riegos modernos, datos climáticos, etc.
Finalmente también se puede considerar como factor importante el coste del agua. El precio que se paga por el uso del agua dista mucho del valor real de la misma, ya que el agua es un bien vital y necesario para el crecimiento y desarrollo de los cultivos. Debido al cambio climático cada año disponemos de menos cantidad de agua en nuestras reservas por lo que su precio debería de valorarse más detenidamente.
¿Cuáles serían unas posibles soluciones?
- Conservación y reparación de las infraestructuras de riego.
- Disponer de un sistema informático para controlar la cantidad de agua que está circulando a tiempo real
- Desarrollar un sistema que permita aumentar o disminuir la cantidad de agua necesaria para cada zona de riego con un margen de tiempo adecuado, para evitar el despilfarro de agua debido a condiciones climáticas (por ejemplo una tormenta)
- Formación a los agricultores sobre los sistemas de riego modernos para un uso eficiente del riego a diferentes cultivos.
- Realizar un baremo del precio del agua dependiendo de la zona, necesidades del cultivo y reservas de agua existentes.