Busca implementar sistemas de monitorización del contenido de agua en el suelo para optimizar los sistemas de riego. A través de la instalación de sensores de humedad del suelo, los agricultores podrán obtener datos precisos y en tiempo real sobre la cantidad de agua disponible para las plantas en cada sector de su explotación.

Estos sistemas permiten ajustar los horarios y volúmenes de riego según la necesidad de agua de cada zona, evitando el riego excesivo y conservando los recursos hídricos. Además, al optimizar la cantidad de agua suministrada, se previenen problemas como la erosión del suelo y la salinización, que pueden afectar negativamente a las cosechas. Esta solución no solo mejora la eficiencia en el uso del agua, sino que también contribuye a la salud general del suelo y a la sostenibilidad a largo plazo del sistema de riego.

Se centra en la monitorización de los retornos de agua que fluyen de vuelta a los cauces superficiales después del riego, tanto en términos de volumen como de calidad. Este tipo de control es esencial para garantizar que el agua devuelta no contenga niveles peligrosos de contaminantes, como fertilizantes o pesticidas, que puedan afectar negativamente a los ecosistemas acuáticos y la calidad del agua en general.

Mediante la instalación de sensores automáticos, los gestores de agua podrán obtener datos en tiempo real sobre el flujo de agua que regresa a los ríos, lagos o arroyos, permitiendo ajustes en las prácticas de riego o la implementación de medidas correctivas para mitigar cualquier impacto ambiental negativo. La monitorización de la calidad del agua también ayudará a cumplir con las normativas medioambientales y a mejorar la sostenibilidad de las prácticas de riego.

Se dedica a la monitorización de los lixiviados o escurrimientos que pueden filtrarse hacia las aguas subterráneas. Estos lixiviados pueden contener contaminantes como nitratos y otros productos químicos utilizados en la agricultura, que al infiltrarse en los acuíferos pueden degradar la calidad del agua subterránea.

A través de la instalación de sensores en el suelo y en los sistemas de riego, se podrá controlar el flujo y la composición de los lixiviados, permitiendo detectar cualquier anomalía o presencia de contaminantes. Los datos recogidos se integrarán en plataformas digitales que alertarán automáticamente a los gestores de agua para que tomen las medidas necesarias, como ajustar las cantidades de fertilizantes aplicados o modificar las prácticas de riego. Este control activo contribuirá a la protección de los acuíferos y la conservación de los recursos hídricos subterráneos a largo plazo.

Ofrece un soporte integral para el telecontrol y la monitorización de los sistemas de riego, así como para la gestión de la fertirrigación (la aplicación simultánea de agua y fertilizantes). Esta solución permite centralizar el control del riego y la aplicación de fertilizantes desde una plataforma digital, optimizando tanto el uso de agua como de nutrientes, lo que resulta en una mayor eficiencia productiva y energética.

Además, esta solución incluye servicios de consultoría técnica y la elaboración de estudios y informes especializados que permiten a los agricultores evaluar el rendimiento de sus sistemas de riego, identificar áreas de mejora y optimizar el uso de los recursos. Con esta herramienta, los gestores de agua pueden implementar mejoras continuas en sus operaciones y garantizar el cumplimiento de los objetivos de sostenibilidad y eficiencia energética.